¿Cómo mido la eficiencia de mi cartera, gestionada por distintas entidades?
Todos hemos escuchado alguna vez que de situaciones complicadas o momentos difíciles en nuestra vida siempre se aprende algo. Los aprendizajes suelen dirigirse al plano vital, pero también estas experiencias pueden servir para darnos un toque de atención en algunos asuntos que conforman nuestro universo y que tenemos descuidados por falta de interés o por ofrecer un exceso de confianza a las personas o entidades a las que les hemos delegado el control o dirección de esos asuntos.
Ver caer los mercados más de un 30% en las primeras semanas del inicio de la crisis sanitaria por el Covid-19 es una situación de estrés que va a dejar una profunda huella en muchos inversores; bien porque no son capaces de soportar la tensión que genera una volatilidad tan fuerte en tan poco tiempo o por haber comprobado que sus inversiones no estaban distribuidas tan estratégicamente como pensaba con un reflejo en sus decepcionantes resultados.
Ambas situaciones son motivo para una reflexión. En el primero de los casos, tras vivir un estrés tan intenso como el de las últimas semanas del mes de marzo, el inversor debería preguntarse si, ahora basándose en hechos y no en suposiciones, podría volver a soportar el estado de tensión por el que atravesó. Probablemente la respuesta sea no. Entonces es el momento de replantearse su perfil de inversor con su asesor financiero. Han sonado las alarmas y toca ajustar el nivel de riesgo y objetivos que, de verdad, le definan. El fin es evitar, en la medida de lo posible, volver a sentirse emocionalmente sobrepasado por una situación tan crítica tras las fuertes caídas de mercado.
Una crisis de estas dimensiones, también puede ser el detonante para pararnos a analizar como tenemos organizada nuestra cartera global de inversión. En muchas ocasiones, está repartida entre distintas entidades que nos envían información de nuestras carteras por separado y no conseguimos encontrar una cohesión entre ellas que nos revele el acierto o fallo de la distribución de la inversión en su conjunto.
Un diagnostico conjunto de nuestras inversiones
Esta reciente crisis también puede ser un motivo que invite a la reflexión en este caso, porque son muchos los inversores creían haber aminorado las pérdidas simplemente por tener diversificado su patrimonio en varias firmas de gestión de patrimonios; Convencidos de que los distintos tipos de gestión y asesoramiento o sus productos diferentes, podrían ser un colchón para las pérdidas. Tras comprobar que esta suposición, a veces no se cumple, toca analizar de forma exhaustiva cómo estamos invirtiendo nuestro dinero en cada entidad y encontrar las ineficiencias que restan rentabilidad y suman riesgo al conjunto de nuestro patrimonio.
Errores como tener una excesiva concentración global en activos del mismo tipo (renta fija, renta variable, países, divisas) o en productos similares (Fondos garantizados, temáticas de moda, sectoriales o de autor muy correlacionados) son muy comunes. En muy escasas ocasiones, nos paramos a comparar las inversiones cuando recibimos los estados de posición de cada una de las firmas a las que les confiamos nuestros ahorros. La actitud habitual es valorar la gestión de estas firmas por separado y atribuirles el adjetivo de “mejor o peor” según sea el resultado. Sin embargo, se nos escapa que el rendimiento global es lo importante y por ello tenemos que conseguir que nuestras inversiones estén correctamente distribuidas y cumplan objetivos de diversificación, fiscalidad, calidad de gestión para conseguir nuestro objetivo de inversión a largo plazo.
Este exhaustivo análisis de cada una de las partes para conseguir un conjunto más eficiente implica tiempo y conocimiento de los mercados, productos financieros para poder aplicarlo a las circunstancias particulares de cada inversor. Una labor intensa y profesional que en la mayoría de los casos, los propios inversores no pueden hacer.
Las inficiencias por duplicidades en activos o una desequilibrada estructura en la cartera global restan rentabilidad al patrimonio
El análisis de posiciones es un servicio que entidades, como atl Capital, están ofreciendo a los inversores y que demuestra como una inversión con conexión, aunque esté distribuida en diferentes entidades, es mucho más eficiente en su conjunto.
Este servicio tiene como objetivo evitar que el inversor se encuentre con sorpresas como tener un excesivo peso en el sector financiero por la propia naturaleza nuestro mercado español, estar infraponderado en el sector tecnológico, e incluso tener fondos cuyo único criterio de adquisición ha sido la campaña de marketing de producto de la entidad correspondiente que se lo ha vendido con un asesoramiento muy lejos de ser personalizado. Son unas pocas en una lista de muchas, fruto de recomendaciones dispersas.
La intensa experiencia que nos está dejando esta crisis por el coronavirus, puede ser una oportunidad para poner en orden nuestras inversiones a través de una cartera bien estructurada, sin duplicidades y orientada a los objetivos que queremos alcanzar. Un análisis de sus posiciones es la vía que ayudará a tener control de las mismas y conocer las ineficiencias que le impiden mejorar u obtener las rentabilidades esperadas.
En atl Capital, estamos a su disposición para ayudarle a encontrar el equilibrio que necesita su cartera y los lazos de unión que nos lleve a configurar una inversión coherente entre las diferentes partes que la componen.